APRENDE
LAS PULGAS
Las pulgas son pequeños insectos que no tienen alas y que se alimentan de la sangre de animales y personas. Se llaman parásitos porque viven sobre otros seres vivos y les chupan la sangre para sobrevivir. Hay muchos tipos de pulgas, y cada una prefiere vivir en un animal concreto, como gatos, perros, ratones o murciélagos.
Son muy buenas saltadoras. A pesar de ser tan pequeñas (miden entre 1,5 y 3 mm), pueden saltar hasta 200 veces su tamaño. Lo logran gracias a una proteína especial en su cuerpo llamada resilina, que funciona como un muelle y les permite saltar muy alto y rápido.
Tienen el cuerpo duro, oscuro y cubierto de pelitos y espinas pequeñas que les ayudan a moverse entre el pelo o las plumas del animal al que atacan. También tienen una boca en forma de tubo para chupar sangre.
Las pulgas pasan por cuatro etapas en su vida: huevo, larva, pupa y adulto. Después de alimentarse, la pulga hembra pone huevos sobre el cuerpo del animal, pero los huevos suelen caer al suelo: en la cama de la mascota, en alfombras, sofás o en cualquier lugar donde haya estado el animal.
Después de unos días, los huevos se abren y salen las larvas, que parecen gusanitos. Estas viven en lugares oscuros como rincones del suelo, debajo de alfombras o muebles. Con el tiempo se convierten en pulgas adultas, listas para saltar y buscar un nuevo animal del que alimentarse.
Las pulgas han existido desde tiempos muy antiguos. Algunas, como la pulga de la rata oriental, pueden transmitir enfermedades graves como la peste bubónica, que en el pasado causó la muerte de muchas personas.